Lo que sí sirve es extremar el lavado de manos, para evitar no solo el contagio del coronavirus sino de cualquier enfermedad, como la gripe estacional o el sarampión”, remarcó y aclaró que “para eso lo mejor es algo que está al alcance de todos: agua y jabón.

A pesar de que la Sociedad Argentina de Infectología y el Ministerio de Salud desaconsejan su uso para prevenir el contagio de coronavirus, el aumento de la demanda, la escasez estacional y la especulación de algunos fabricantes disparó el precio de las máscaras descartables en las farmacias. Ucchino explicó que los tradicionales de tela que hasta diciembre se conseguían a 8 pesos, pasaron a costar entre 30 y 50 pesos, mientras que los N95, que impiden que se absorba el 95 por ciento del polvo del ambiente, fabricados en tres capas y con mejor adaptablidad a la anatomía de la cara, subieron de 150 pesos a más de 350. Ambos son desechables, tiene una vida útil de algunas horas, y ninguno de los dos es estéril.

Los barbijos caseros “no sirven” y el uso de guantes crea “una falsa seguridad”

Así lo definió la infectóloga Laura Spadaro con relación a la utilización de estos supuestos elementos preventivos frente a la circulación viral del coronavirus.

Spadaro (MP 2127) explicó en Telefe Noticias que el barbijo y los guantes son “dos elementos que están siendo muy mal utilizados”.

La especialista refirió que no existe ninguna indicación médica que prevea el uso de guantes y barbijos por parte de las personas en la calle.

“Hay que aclarar que los barbijos caseros, los que se están cosiendo con tela en las casas, no sirven. Los quirúrgicos que usamos en el hospital tienen un material especial y tres capas de tela que tienen una capacidad de filtrado mucho mayor”, sostuvo.

Spadaro indicó que el barbijo de tela “no tiene ninguna función” y remarcó la importancia de que mucha gente no “gaste tiempo y plata en cosas que no sirven”.

“Todas las telas que se han comprado y la gente que se ofrece a coser le estamos pidiendo que nos hagan camisolines que es algo que sí nos puede ser de utilidad”, agregó.

La infectóloga argumentó que los usos de guantes generan una “falsa seguridad”, porque muchas personas no se higienizan sus manos porque “creen que de esa manera están protegidos”.

“No es seguro usar guantes y cuando uno usa barbijos también se queda tranquilo, y se toca la cara continuamente con los guantes sucios. No hay ninguna indicación de que la gente por la calle ande con estos elementos”, concluyó.