Movimiento Libre...los bebés al suelo

En los últimos años ha resurgido con fuerza la pedagogía Pikler, más conocida como teoría del movimiento libre. Esta teoría defiende que se deje a los bebés moverse libremente. También que no se les coloque en ninguna posición a la que no puedan llegar por ellos mismos.

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¿Qué es el movimiento libre?

Es la capacidad de desarrollar todas las alternativas que nos ofrece nuestro cuerpo a medida que nuestro sistema nervioso va integrando la coordinación, la intención, el equilibrio, y a su vez complejizando cada vez más estas funciones.

El movimiento libre nunca te lleva a equivocarte, todo lo contrario! siempre aprendemos según nuestra propia capacidad de auto observación y de integración de movimientos y de resultados.

¿Qué necesitamos para poder lograr el movimiento libre?

Un espacio real que no limite al bebé. Que sea seguro. El bebé necesita tiempo para practicar, para ejercitar y para entender qué es lo que está haciendo y cómo funciona su cuerpo.

Tu bebé necesita que confíes. Porque así también aprenderá a confiar.

Durante mucho tiempo se ha creído que si no ayudaba a un niño a moverse que no lo haría nunca por si mismo. Este criterio fuertemente arraigado y tan erróneo nos dice que un niño que nunca es ayudado puede llegar a tener dos, tres o cinco años y seguir convertido en una babosa adherida al suelo.

Ya hace más de 70 años que el Instituto Pikler en Budapest demostró que los niños tienen la información genética como para llegar a moverse en todos los niveles y de todas las maneras posibles sin la ayuda de ninguna otra persona. El mandato es interno y obedece a necesidades muy profundas que se construyen a través de la propiocepción y de la percepción del entorno.

¿Qué necesita entonces un niño para poder desarrollar su motricidad de manera totalmente libre y Autónoma?

Primero, que no lo hagan por él. Que respeten su postura en el espacio y reproduzcan cada vez que necesita estar en brazos.

Que su ropa no le impida ni límite en absolutamente nada. Y además que sus manos y pies están tan libres como sea posible ya que tienen terminales nerviosas de altísima sensibilidad y no debe ser inhibida. En la foto vemos a dos pequeños que dominan con mucha destreza la posición en horizontal en la que están, buscando empezar a gatear por sus propios medios. 

Un dato que es importante, nunca obligues a sentar a un bebé porque es probable que entonces no llegue a gatear. Ya que en la fisiología el proceso es exactamente al revés primero se van a desplazar reptando y gateando y luego recién a la posición de sentado. Pero si se llega a intervenir colocando al bebé en la posición de sentado primero es probable que se obstaculice o inhiba el gateo.

Fuente: Melina Bronfman/ Consultora en Crianza.

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